martes, 2 de febrero de 2010

The Legend of Zelda: Spirit Tracks (NDS)


Decimoquinto juego de la saga The Legend of Zelda y primero en que por fin Zelda es protagonista de la aventura y se la puede controlar (más o menos).

La mayor novedad de este juego, además de que Zelda acompañe a Link, es el medio de transporte utilizado. Ni vamos a caballo, como en la mayoría de las últimas aventuras de sobremesa, ni en barco, como en Windwaker y Phantom Hourglass. Aquí vamos en tren... y es un coñazo. Es cierto que se han currado unas cuantas cosas muy buenas y entretenidas que hacer yendo en tren, pero no es menos cierto que cuando se trata simplemente de ir de un sitio a otro sin hacer nada especial es aburridísimo. Hay una manera de habilitar unos portales que te transportan entre sí, pero para activar cada pareja de ellos hay que viajar tanto que no compensa y es mejor pasar sin ellos.

Y a pesar de eso, lo considero el mejor Zelda portatil hasta la fecha. Todo lo que no tenga que ver con el tren es una absoluta maravilla, hay un montón de mazmorras, la mayoría diseñadas con mucho ingenio que, aunque no suelan durar mucho, al ser tantas y estar tan bien hechas hace que el juego resulte apasionante y muy duradero. Además, me sorprende que tras tantos juegos consigan seguir innovando en algo y no resultar repetitivos. Por ejemplo, el báculo de las arenas es un objeto totalmente nuevo, que no se parece en nada a ninguno de otro juego de la saga y que proporciona algunos de los mejores momentos en lo que a resolución de puzzles se refiere.

Sobre las aventuras secundarias... la verdad es que por las pocas que he hecho parecen estar muy bien, pero me da tanta pereza coger el tren (y no hay otra manera de ir de un sitio a otro) que paso de hacer más.

El control, totalmente táctil, le sienta muy bien dado el diseño del juego. Aparte de controlar a Link y Zelda con el lápiz (se dirigen a donde tocas, interaccionan con lo que tocas, atacan a los enemigos que tocas...) e implementar el uso de ciertos objetos, como el bumerán, del que puedes trazar el recorrido que quieres que haga, tiene una gran utilidad al poder escribir directamente sobre los mapas, ayudando en la resolución de puzzles o acertijos. Si fuera como los Zelda de sobremesa en 3D sería injugable, pero tal como es, al igual que en la anterior aventura de DS, este control le viene que ni pintado.

En definitiva, un grandísimo juego que está a la altura de la saga a la que pertenece a pesar del único y gran defecto que tiene.

Un 8.

3 comentarios:

eter dijo...

Como dices, el tren es... peculiar. Tiene momentos buenos, pero algunos viajes se hacen muy pesados (sobre todo si quieres hacer misiones secundarias).

El diseño de las mazmorras, sin embargo, es magnífico. No es especialmente complicado, pero son... "distintas" a lo habitual en la serie. Muy lógicas y muy ingeniosas, y las partes finales de la torre de los Dioses con los espectros son brutales.

Y la guinda es Zelda, por fin jugable, y muy carismática.

Anwar El Maatawy dijo...

Es el mejor Zelda sin lugar a dudas para mí, todavía no lo he acabado.

Saludos

Battosai dijo...

Hombre, Anwar, tanto como el mejor... ¿Has jugado a Ocarina of Time, Windwaker o Twilight Princess? A esos tres no los supera ni de lejos. Y yo pondría también por delante a A Link to the Past. Pero vamos que sí, es cojonudo ^^