domingo, 28 de diciembre de 2008

La tierra pura


Thomas Glover es un comerciante escocés que en el siglo XIX decide ir a Japón a hacer negocios. De este modo comienza una historia que abarca desde 1858, final de la era Edo (1603-1868), hasta la destrucción de Nagasaki por la bomba atómica en 1945.

Gran decepción. Entre lo que me gusta la novela histórica y lo que me gusta Japón, esperaba mucho de este libro, que no ha cumplido las expectativas ni de lejos. Su peor característica es el escaso interés de una trama que rara vez cuenta algo por lo que el lector sienta ganas de seguir leyendo, pero es que encima ni siquiera está especialmente bien escrito, así que ni por esas resulta una buena opción.

Me costó horrores acabarlo. Para quien quiera una buena novela histórica ambientada en Japón, sugiero las magníficas El honor del samurái y Puente de otoño, de Takashi Matsuoka; Shiké, de Robert Shea; o las no tan magníficas pero muy buenas Shogun y Gai-Jin (entre medias de esas dos va Tai-pan, que no he leído y si no me equivoco se ambienta en China), de James Clavell.

Un 4, que algunos pasajes se salvan bastante y suben la nota.

2 comentarios:

accolade dijo...

O_O' jo, con las ganas q tenía de leerlo XD menos mal q aún no me había dado por comprarlo XDD

Anónimo dijo...

Uy, yo huyo como de la peste de los libros sobre Japon escritos por Gaijins